Ya tengo las uñas largas y sucias.
He comenzado a ver como las heridas
de mis dedos no sanan,
y el amarillo de mi dedo fumador
no cesa aun cuando dejo el cigarro
por unas semanas.
Observo que el teléfono sigue en
silencio,
no genera ningún ruido,
esta firme en la batalla por la agonía.
Mi ropa esta toda tirada por el suelo
y veo que encontrar las llaves
de mi casa es casi tan imposible
como adoptar un elefante
para que mantenga limpio el lavamanos
de mi baño.
Logro encontrar un billete de 20 pesos
y con eso puedo salir un segundo
por unas botellas y algo de humo.
La gente aun me dice:
¿Cuando dejaras de hacerlo?
¿Cuando dejaras de quemar el dinero?
yo les digo que dejare de hacerlo
cuando ustedes dejen de decir
que tienen amor,
que tienen justicia y
que creen que el cielo
es azul.
De regreso veo las propagandas
de los recitales de las bandas
de Heavy Metal.
Otro oscuro culto tan aburrido
como los ateos o los dandys
de traje y corbata.
Una organización que proponga
el suicido asistido como un servicio real
de ayuda social
o la acumulación de preservativos usados
para pegar carteles pro-aborto
serian mas justos creo.
Después de todo esta vida es
la obra de un diablo demasiado
dormido.
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