domingo, 3 de abril de 2011

El levantarse de un deseo y no vivirlo es un triunfo contra la Muerte

Suena el despertador y aun estoy ebrio, 
veo que mi ropa esta tirada en el piso 
con una precisión tan desordenada 
que es un triunfo poder encontrar todo 
cuando debo vestirme. 
Veo por la ventana y las estrellas están 
en mismo lugar donde las deje 
la noche anterior. 
Observo la hora en el reloj y 
me consumen 
las pocas ganas que tengo 
de ir a trabajar y las muchas que tengo 
de volver a la cama. 
Aun sigo creyendo en el milagroso día 
que me llamaran y me dirán: 
El galpón se esta remodelando 
para una inspección y debido a eso 
no trabajaran una semana. 
En la extraña utopía de este sueño 
y aun mareado, sonrió mientras llamo 
a un taxi para que me lleve rumbo 
a mi empleo. 
¡Otra vez te quedaste dormido! 
me señala la dulce voz de la telefonista
si me cuesta dormir
y aun mas dormir sobrio
le contesto.
¡Noche agitada no! me dice el taxista. 
No tengo motivos para estar tranquilo 
y rendirme al cansancio seria 
como aceptar el hecho de que soy 
un obrero automatizado que cuando para, 
muere. 
Salgo todas las noches a beber las estrellas 
y a dialogar con desconocidas botellas. 
Es el talento que poseo para no ser 
un neutral mas

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