Suena el despertador y aun estoy ebrio,
veo que mi ropa esta tirada en el piso
con una precisión tan desordenada
que es un triunfo poder encontrar todo
cuando debo vestirme.
Veo por la ventana y las estrellas están
en mismo lugar donde las deje
la noche anterior.
Observo la hora en el reloj y
me consumen
las pocas ganas que tengo
de ir a trabajar y las muchas que tengo
de volver a la cama.
Aun sigo creyendo en el milagroso día
que me llamaran y me dirán:
El galpón se esta remodelando
para una inspección y debido a eso
no trabajaran una semana.
En la extraña utopía de este sueño
y aun mareado, sonrió mientras llamo
a un taxi para que me lleve rumbo
a mi empleo.
¡Otra vez te quedaste dormido!
me señala la dulce voz de la telefonista
si me cuesta dormir
y aun mas dormir sobrio
le contesto.
¡Noche agitada no! me dice el taxista.
No tengo motivos para estar tranquilo
y rendirme al cansancio seria
como aceptar el hecho de que soy
un obrero automatizado que cuando para,
muere.
Salgo todas las noches a beber las estrellas
y a dialogar con desconocidas botellas.
Es el talento que poseo para no ser
un neutral mas
No hay comentarios:
Publicar un comentario