Algunas mujeres están insatisfechas
con la ropa que tienen e incluso con la ropa
que quisieran tener.
Piensan detenidamente en cada hombre
que las engaño,
sienten mucho mas afecto que odio contra ellos,
y es que el momento carnal supera mucho mas
que el momento de angustia o resignación.
Observan con milimétrica atención un vestido
o sienten con viva alegría un par de aros nuevos.
A la mayoría le sienta bien bailar y sonreír.
Son pocas la que comprenden
el concepto del silencio y la agonía de la vida
mientras la Muerte es Felicidad.
Yo aun te recuerdo...
Hace años que no se nada de ti.
No se si estarás acá o si estarás en otra ciudad.
No se porque me hablaste y me diste simples
*momentos de alegría sostenida*
como aquella tímida discusión
sobre la historia argentina.
No se si ese cáncer te llevo o solo me alejo de ti.
No se si tus ojos aun están tristes o no.
Te busque por todos los prostíbulos
de la ciudad y nunca pude encontrarte.
Siempre supiste que jamas me dolió
que cogieras con otros hombres,
era tu trabajo, y nunca me criticaste
porque bebía y me moría en las plazas
o en los bares.
Me rescataste incluso de mi propia
degeneración alcohólica,
cosa que ninguna otra pudo hacer.
Pienso que tu nombre quizás no era
el que me dijiste, pero también pienso
que exceptuando eso, nada de lo que nos dijimos
fue mentira.
Donde quiera que estés, espero sigas alimentando
la vida, ya que ni la Muerte se siente con hambre
cuando te ve sonreír a ti.
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