domingo, 3 de abril de 2011

Sturm und Drang

Tempestad que ya no duermes, 
abrigas mi entumecido rostro 
con tu frágil grito. 
Ven y dame sepultura apropiada 
con tu salvaje mirada. 
No es una incógnita nacer con dolor, 
se suele regalar cuando ya no hay 
razones para vivir. 
Las flores han venido a despedirse 
de mi, 
irán rumbo a los océanos amarillos 
de las hojas 
y al verlas perderse de mis ojos, 
no una, sino dos lagrimas me han 
regalado. 
La economía del delirio ya esta 
en su punto culminante 
y he tenido el tiempo suficiente 
para construir un cielo gris disgustado. 
Han cesado las voces y solo 
el pequeño ladrido de un perro 
encolerizado se aferra al ímpetu. 
He descubierto el misterio 
y ya no me ilumino mas de infinito. 
La vida esta 
al otro lado de los ojos.

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