¡Catástrofe!
Aun sigo despertando en este mismo lugar
y en esta misma cama, tan aburrida de mi
como yo de ella.
Hoy he decidido suicidarme.
Me levante temprano, ordene muy plácidamente
toda mi ropa, casi con extremo cariño.
Metí todos los paquetes de cigarrillos
de noches sobrantes en una bolsa.
Lave bien mi rostro, incluso me sonreí
a mi mismo para recordar que aun sabia
hacerlo y pude mentirme de manera
muy muy hermosa.
Mi boca saboreo la menta siempre aburrida
de la pasta que me lavo los dientes
por última vez.
Camine de manera suave y feliz,
era un eterno sueño dentro de un eterno sueño
dentro de un eterno sueño dentro de un eterno sueño
hasta que finalmente llegue a mi avasallador
empleo.
Note que eran las 6:22 pm,
era demasiado temprano así que encendí
un cigarrillo mientras una compañera
me dijo
¡Oh llegaste temprano!
Si los dioses deben estar reclamándome
le dije.
Al finalizar el dulce Philip entre y me diriji
a mi casillero.
Guarde mis cosas y me dispuse a trabajar
por última vez...
Hace 34 años atrás mi padre había cruzado
la cordillera caminando en busca de un empleo
y un porvenir mejor que el que le brindaba
su propio país.
Mi madre lo siguió y con el paso del tiempo,
no mucho, decidieron dar a luz a un
dulce engendro triste.
Nací aquel 29 de día incierto,
de mes incierto y de año incierto.
Transcurrido los años almacene muchas
más emociones negras y turbias que
cualquier otro demonio urbano.
Fueron años sin inviernos y sin primaveras,
solo calor calor calor.
Ahí fue donde vendí mi piel y mi cabello
a módicos precios enajenantes al sol.
El terror me esperaba y lo enfrente
de la misma manera que enfrente al amor,
con sumo miedo y sin ganas de quererlo.
Solo el tiempo sabe de esos negros pesares
y de esas negras hojas estrellándose
en mi rostro.
Termino el primer turno de mi empleo
y volví a casa.
Encendí un nuevo tabaco para sentirme en paz
con el aire y el saludo de los pájaros.
Las hojas seguían pendiendo de sus hilos
listas ya
para su nuevo viaje.
Arroje los restos sin alma de mi cuerpo
a un simple descanso de 17 minutos que me brindo
mi asustada cama.
Me levante y seguí mi cíclico rumbo obrero.
Esta vez llegue algo tarde, quizás 3 o 4 minutos
más.
Otra vez una compañera me dijo
¡Llegaste tarde!
Ni siquiera los dioses llegan a tiempo a una ejecución
le dije.
Estuve mucho más sonriente y no muy pensativo
que de costumbre. Pude finalmente rendirme
de la vida y decidí enfrentar a la muerte sin
miedo y estando siempre alerta de los pájaros que
cagaban mi cabeza, cuando solo de los árboles esperaba
sus hojas.
Al salir del trabajo no volví a casa y decidí ir rumbo a
las vías y caminar por ellas hasta el puente donde
la confluencia de los ríos se unen y nos dividen.
Anatema del curso de los ríos
Anatema de los shopping
Anatema de los Hiper-mercados
Anatema de los cines convertidos en iglesias
Anatema de mi trabajo en el galpón
Anatema de mis amigos, sus amores, sus amores,
su vida y su vida
Anatema de la Universidad del Comahue
Anatema del puente y del peaje
Anatema de las tomas y sus días de lluvia
Anatema de las plazas y de aquellos efímeros momentos
de vino, charlas, humo, vida, música, y este demonio durmiendo
Anatema del pan que siempre tuve en mis manos
Anatema de aquellas noches que no podía dormir y de alguna
mágica forma me perdía en la vida
Anatema de las calesitas donde edificaba el fuego con las estrellas
aun despiertas
Anatema de la ropa costosa y de las marcas aburridas
Anatema de los restaurantes donde cocinan parrilladas,
comidas afrodisíacas, comida china, comida árabe, comida
tradicional, comida muerta, muerta, muerta.
Anatema de todas las estaciones de servicio donde
solo busque calles y algo de Whisky
Anatema de las vinotecas
Anatema de los sórdidos bares donde libre
soñé soñé soñé soñé soñé soñé soñé soñé
soñé soñé soñé soñé soñé soñé soñé soñé
soñé y soñé
¡Anatema! ¡Anatema! ¡Anatema!
Mire fijamente el río justo en medio del puente
y no era tan turbio como otras veces.
Arroje el último suspiro de mis pulmones y el humo
de mi último Philip al dulce agua corriente.
Cerré mis ojos por unos segundos, no era oscuridad
lo que veía pues aun el sol brillaba sobre mi...
Me arroje al vació y nuevamente desperté
sin demasiada emoción, tristeza, alegría, lujuria
o amor en la vida.
¡Catástrofe! Una vez más.
*Oscura Tranquilidad*
viernes, 22 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
Y estaba caminando sin una rutina precisa
Estaba tratando de descifrar un signo
pero descubrí que no puedo si la luz
esta presente, por eso he decidido apagar la luz
y crear un eclipse artificial.
Hay demasiada vida ausente bajo este sol,
quizás por eso las personas hacen
de los fines de semana
un culto a su individualismo.
Un te amo aquí,
un te odio allá.
La misma rutina de siempre.
Ajeno a eso he decido ir a los canales
que están cerca de la ruta 151
y volverme completamente loco
con las amarillas hojas que se acumulan
en aquellas solitarias acequias.
Hay ciertas ocasiones en las que deseo
fervientemente ser un ciego y no ver
a las personas y sus narcisistas vidas,
pero este pequeño espectáculo
lleno de vida
me hace dudar de mis deseos.
No entiendo el sentido de las manos
o la psiquis de las miradas,
mucho menos un abrazo estrellado,
pero lo que si entiendo
es que la acumulación de tristezas
siempre me ha dado muchas mas alegrías
y sensación de libertad
que todos los autos, la ropa
o las guerras del mundo.
Si explota un sentido en todos los demás
ausente estaré fundido en los ríos
de la naturaleza.
pero descubrí que no puedo si la luz
esta presente, por eso he decidido apagar la luz
y crear un eclipse artificial.
Hay demasiada vida ausente bajo este sol,
quizás por eso las personas hacen
de los fines de semana
un culto a su individualismo.
Un te amo aquí,
un te odio allá.
La misma rutina de siempre.
Ajeno a eso he decido ir a los canales
que están cerca de la ruta 151
y volverme completamente loco
con las amarillas hojas que se acumulan
en aquellas solitarias acequias.
Hay ciertas ocasiones en las que deseo
fervientemente ser un ciego y no ver
a las personas y sus narcisistas vidas,
pero este pequeño espectáculo
lleno de vida
me hace dudar de mis deseos.
No entiendo el sentido de las manos
o la psiquis de las miradas,
mucho menos un abrazo estrellado,
pero lo que si entiendo
es que la acumulación de tristezas
siempre me ha dado muchas mas alegrías
y sensación de libertad
que todos los autos, la ropa
o las guerras del mundo.
Si explota un sentido en todos los demás
ausente estaré fundido en los ríos
de la naturaleza.
Donde nunca hay un recuerdo
Lo mejor de las esquinas es que no
tienen memoria, no dicen te amo
o te quiero, tampoco te discuten
si tienes o no dinero para la renta.
No se molestan si llegas tarde
a tu empleo y si por azar
ganas un billete de lotería.
Jamas piden una porción de la guillotina
que significa la suerte.
Puedes pasar un millón de veces
por las mismas esquinas
y jamas recordaras lo que pensabas
el día anterior o
si tenias ropa de invierno puesta
en un día de verano.
Un encuentro casual con el amor
o sensaciones aumentadas
como una riña callejera,
como así también el afiche de un político cerca
pueden estamparse ahí y aun así
no los experimentas (recuerdas)
Quizás por eso tienen cierta magia
para mi las calles y sus esquinas.
No espero demasiado de ellas
como ellas no esperan demasiado
de mi.
En todo caso el único resabio de memoria
que poseo
es el olor a esperanza que dejo
cuando las atravieso con el sudor
de mis pestañas.
tienen memoria, no dicen te amo
o te quiero, tampoco te discuten
si tienes o no dinero para la renta.
No se molestan si llegas tarde
a tu empleo y si por azar
ganas un billete de lotería.
Jamas piden una porción de la guillotina
que significa la suerte.
Puedes pasar un millón de veces
por las mismas esquinas
y jamas recordaras lo que pensabas
el día anterior o
si tenias ropa de invierno puesta
en un día de verano.
Un encuentro casual con el amor
o sensaciones aumentadas
como una riña callejera,
como así también el afiche de un político cerca
pueden estamparse ahí y aun así
no los experimentas (recuerdas)
Quizás por eso tienen cierta magia
para mi las calles y sus esquinas.
No espero demasiado de ellas
como ellas no esperan demasiado
de mi.
En todo caso el único resabio de memoria
que poseo
es el olor a esperanza que dejo
cuando las atravieso con el sudor
de mis pestañas.
La sombra de un niño
Gira y gira dando vuelta con el cuello
hacia atrás, me mira y extiende su mano
para darme una tímida palmada.
Gira y gira mirando el cielo y cantando
canciones de cuna a la Muerte mientras
desliza una dulce sonrisa.
Gira y gira hasta que me dice
que no fume demasiado, pues ha notado
que cada vez que bebo, fumo hasta la agonía.
32 largos años han sido fulminantes
para mis costillas.
Gira y gira hasta que se baja y se sienta
junto a mi.
Si pudieras grabar una imagen cual seria
le pregunto.
El sonido me responde.
¿Por que?
Porque el sonido hace de la vida
belleza instantánea y perdurable.
hacia atrás, me mira y extiende su mano
para darme una tímida palmada.
Gira y gira mirando el cielo y cantando
canciones de cuna a la Muerte mientras
desliza una dulce sonrisa.
Gira y gira hasta que me dice
que no fume demasiado, pues ha notado
que cada vez que bebo, fumo hasta la agonía.
32 largos años han sido fulminantes
para mis costillas.
Gira y gira hasta que se baja y se sienta
junto a mi.
Si pudieras grabar una imagen cual seria
le pregunto.
El sonido me responde.
¿Por que?
Porque el sonido hace de la vida
belleza instantánea y perdurable.
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